¡Te damos la bienvenida a nuestra biblioteca! Aquí encontrarás publicaciones del BID sobre evaluación de tecnologías sanitarias (ETS), Planes de Beneficios en Salud (PBS), política farmacéutica, regulación de medicamentos y dispositivos médicos, fondos catastróficos y escaneo de horizonte, entre otros. Clasificamos nuestras publicaciones en tres categorías: Libros y monografías, documentos de política y notas técnicas.
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Este trabajo utiliza técnicas cuantitativas de la economía de la salud para ofrecer herramientas que permitan evaluar la costo-efectividad de la financiación de nuevas tecnologías (incluyendo procedimientos y medicamentos) que resulten en un mayor bienestar y salud del país. Específicamente, se desarrolla una metodología para la estimación del umbral de costo efectividad (UCE) del sistema de salud pública de Republica Dominicana. Dado que el UCE mide el nivel de gasto en el sistema de salud que se estima necesario para ganar un año de vida ajustado por calidad de vida (AVAC) o alguna medida análoga de resultado en salud, este valor ofrece un criterio para determinar si la financiación de una nueva tecnología es costo-efectivo. Dada una restricción presupuestal, si el valor por AVAC de una nueva tecnología es superior al UCE, su adopción proporcionaría beneficios de salud inferiores a las tecnologías que se desplazarían. Usando técnicas econométricas este estudio estima el UCE para la República Dominicana en $85,928 pesos dominicanos (DOP), con intervalos de confianza de $40,720 y $131,140 DOP lo cual equivale a al 26% del PIB per cápita en el año 2016 ($331,253 pesos dominicanos) con un intervalo de confianza de 12,3% y 39,6% del PIB per cápita respectivamente. Estos resultados son robustos a muchas especificaciones econométricas y/o medidas alternativas de resultados en salud.
Estamos en la situación afortunada de tener a nuestra disposición opciones de tratamiento que no imaginábamos hace apenas unas décadas. De hecho, esta mayor disponibilidad, junto con el envejecimiento de la población y los cambios epidemiológicos, está presionando el gasto en salud en todos los países del mundo. Dado que los recursos son finitos, asignar recursos a una tecnología es necesariamente no destinarlos a otras. Como todos los países del mundo, República Dominicana enfrenta la presión financiera de cubrir medicamentos de alto costo. Algunos de estos representan importantes avances para la atención de ciertas condiciones, mientras que otros tienen una efectividad clínica reducida frente a las opciones ya existentes. Todos tienen un costo de oportunidad en términos de la salud que se deja de ganar por no asignar los recursos a otras prestaciones. Esta nota técnica ilustra cual puede ser este costo de oportunidad, calculándolo para una muestra de diez medicamentos de alto costo que cubre actualmente el sistema de salud dominicano. El costo de oportunidad se calculó con dos metodologías. Primero, se usó la metodología estándar para estos fines, donde se comparan los beneficios y los costos de los medicamentos de alto costo con un umbral de costo-efectividad. La segunda estimó el costo de oportunidad en términos de las ganancias en salud que traería reasignar estos recursos a cerrar brechas en servicios esenciales. Financiar estos medicamentos en vez de la mejor alternativa terapéutica disponible en el país implica un costo adicional de US$154 millones durante todo el transcurso del tratamiento en todas las personas que los reciben. El número total de años de vida ajustados por calidad (AVAC) que aportan estas tecnologías, en promedio por paciente y durante todo el tratamiento, es de menos de un año de vida en perfecta salud (0,83 AVAC). Usando el método del umbral, se concluye que si estos recursos se destinaran a ampliar los servicios disponibles en el sistema de salud, la ganancia neta sería de 35.000 años de vida en perfecta salud. Si los recursos se destinaran a cubrir las brechas de cobertura en detección y tamizaje de cáncer de cuello uterino (de 54%) y en detección y manejo no farmacológico del paciente diabético (de 61%) se podría cerrar toda la brecha en la detección del cáncer uterino y 46% de la brecha en diabetes, con una ganancia neta en salud de 136.000 años de vida en perfecta salud.
El gasto en salud está aumentando globalmente debido a cambios en la epidemiología y demografía, así como al surgimiento de tecnologías médicas más costosas y una mayor demanda de servicios de salud. En América Latina y el Caribe, el gasto en salud ha aumentado del 6,6 al 7,9 por ciento del PIB en las últimas dos décadas, y se espera que aumente aún más hacia 2030. Sin embargo, financiar este gasto exclusivamente a través de mayores asignaciones presupuestarias es poco viable, especialmente debido a las restricciones fiscales resultantes de la pandemia y la incertidumbre económica.